Las mayores y más profundas limitaciones que tenemos son las que nosotros mismos nos ponemos. Es cierto que existen limitaciones externas a nosotros que no podremos controlar en su totalidad, pero es cierto que las barreras más limitantes son las nuestras, las que nos impone nuestra mente fruto del miedo, la inseguridad o la falta de autoestima.
La calidad en nuestra forma de comunicarnos será el factor clave en nuestra visión del mundo. Y esta comunicación no es siempre hacia los demás sino que la que mantengamos con nosotros mismos determinará nuestro grado de satisfacción personal y la capacidad para superar o derribar barreras autoimpuestas. Las creencias del pasado, sobre todo aquellas que hemos adquirido a lo largo de la infancia, son las grandes limitadoras de las personas. A través de modificar nuestro diálogo interno podremos reorientar todas estas creencias y mecanismos neurológicos limitantes que nos podrán permitir afrontar aquello que nos propongamos desde un punto de partida óptimo. El éxito o el fracaso final no serán relevantes. El no haber dado los pasos para intentarlo por contar con una actitud limitante será el verdadero fracaso.
Puede parecer un reto el modificar este diálogo para lograr esta revolución interna. Y en efecto, lo es. Pero el objetivo merece la pena. El primer paso debe salir de la propia experiencia. Si nos sentimos verdaderamente limitados una y otra vez llegará un momento en que tomaremos conciencia de la necesidad de dar un giro a la situación y de replantearnos las cosas. Afrontar el miedo y sobreponerse a él o adquirir el conocimiento y las herramientas de las que carecemos son puntos básicos. Es verdad que cierta gente que nos rodea, las situaciones que no podemos controlar por no depender exclusivamente de nosotros, las circunstancias adversas, etc., son difíciles de superar pero no tanto como nuestras limitaciones internas. Una vez conseguido dar un primer paso, la fuerza y la confianza que vamos adquiriendo se va reflejando inmediatamente en la superación de los elementos limitantes externos. Si nuestro estado es el adecuado, podremos afrontar todo aquello que se nos presente desde un punto de vista y desde un estado positivo.